Tu red Wi-Fi es la puerta de entrada a todos los dispositivos en tu hogar o negocio. Si no está bien protegida, un intruso podría consumir tu ancho de banda, espiar tu actividad o incluso acceder a tus dispositivos.
Asegúrate de:
- Cambiar la contraseña predeterminada del router.
- Utilizar un cifrado WPA3 (o al menos WPA2).
- Desactivar el WPS si no lo utilizas.
- Cambiar el nombre de red (SSID) para no revelar la marca o modelo del router.
Extra: muchos routers modernos permiten ocultar el SSID o crear una red para invitados. Usa esta opción para mantener aislados los dispositivos personales.